martes, 8 de marzo de 2011

SOMBRAS (1)


Unos pasos resonaban haciendo eco sobre las solitarias paredes de aquel callejón maloliente. Su ritmo apresurado crecía a pesar de la oscuridad que, a esas horas de la noche, reinaba sobre aquella zona suburbial de la ciudad. De pronto, como salida de la nada, una silueta humana se dibujó al pasar bajo la débil claridad de aquella única farola, proyectando sobre el muro gris una sombra alargada e informe. Un abrigo anodino y un sombrero de ala ancha, que en algún momento debió ser negro, fue lo único que se pudo apreciar durante el leve instante de luz que lo iluminó, y la forma humana continuó su camino, perdiéndose de nuevo en la densa bruma que reinaba esa noche.

Los gatos callejeros habían hecho de aquel callejón su morada, y estaban molestos ante la presencia extraña que había osado turbar su tranquilidad, aunque su miedo a lo desconocido les hizo mantener la prudencia, alejándose presurosos del sonido de aquellas pisadas.

La figura volvió la vista atrás al escuchar el ruido producido por la caída de unos cubos de basura, provocada por la huída de los moradores del callejón en busca de cobijo. Los pasos se detuvieron y una mirada verde esmeralda, intensa y felina, procedente del portador de aquel sombrero antiguo, se clavó intensa en las sombras del callejón, escrutando a su alrededor mientras buscaba cualquier manifestación de la presencia de seres humanos. Una vez analizado el entorno, y en vista del resultado satisfactoriamente negativo, continuó su camino por la calleja con paso ligero, apretando contra su pecho con más fuerza el bulto que llevaba en sus manos, mientras una fina lluvia comenzaba a caer, mojando el asfalto y borrando cualquier tipo de huella que hubiera podido quedar.

La forma estiró los labios en una mueca de satisfacción, agradeciendo el infernal tiempo de aquella estación del año, mientras seguía su trayectoria, de sobra conocida y previamente fijada, hasta que se perdió unos metros más adelante al doblar un recodo.

8 comentarios:

  1. ¡La que no sabía hacer descripciones! Si hasta he sentido la oscuridad y todo... ¡Chica tú vales mucho!

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  2. cierto, vera, cierto, yo he escuchado a los gatos y he oído rodar una botella de vidrio por el suelo cuando ha caido el cubo, el sonido del agua escurriendo de los vierteaguas sobre un charco, y los pasos de los sólidos zapatos q calza el de la verde mirada.

    mil besos, mamen

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  3. Interesante, interesante... Realmente, niña, me has sorprendido. Me quito el sombrero (no sé si de ala ancha o no) ante ti y esta agradable sorpresita. Eso sí, te voy a echar una bronca de agárrate y no te menees, jajajaja

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  4. Jooooooooooooo no valeeeeeeeeeeeee. Esto está escrito en un ataque de aburrimiento... y me apetecía probar algo "nuevo" (usease... no dialogar)
    Me alegro que os guste :D

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  5. uys, Mamen, guapa, la piel de gallina, si parecía que la que estaba en el callejón era yo...
    Menudo talento que tienes.

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  6. Me has dejado con muchísimas ganas de MÁS!! Voy a por el siguiente cacho.

    Por cierto, impecablemente escrito :)

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  7. La prueba de que he vivido en el limbo últimamente es que no me había dado cuenta de esto. Lo bueno, es que me lo leeré todo de golpe. Bueno, todo lo que la señora autora ha tenido a bien colgar.

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